miércoles, 8 de abril de 2020

MÚSICA

En el pueblo, no hay celebración que no se amenice con música de gaita. El sonido de la gaita y el tamboril nos hace mover los pies a todos los moldoneses. Mejor o peor, todos conocemos las canciones, los ritmos, los bailes.
Y Moldones es tierra de buenos gaiteros, tamborileros y repiqueadores de campanas, antes y ahora.



Mi padre, que siempre andaba con engazos e inventos, tuvo la gran idea de que ese arte de Moldones había que conservarlo.
Así que se echó el cassette al hombro y se fue tras el gaitero a finales de los 70 o principios de los 80, no sé poner la fecha exacta.
Lo que sí sé es que esas cintas han estado en mi casa conservadas como oro en paño. Tienen una caja especial para ellas y dos copias de seguridad de la época; es decir, le dijo a mi hermano que copiara cada una dos veces en otras tantas cintas de cassette.
Y de algún modo, sí son un tesoro, son el sonido del pueblo y sus gentes de hace más de 40 años, de unos músicos excepcionales sin academias, y de un mundo que no se miraba a través de una pantalla.
En ellas se oye la gaita, el tamboril, voces y uno de los más bonitos sonidos al menos para mí, el repique de campanas.

Con inmenso cariño, respeto y admiración, he sacado esas cintas de la caja de farias para compartirlas, disfrutarlas y homenajear a todos los que en ellas se escuchan. Para ver una pequeña descripción de los audios, ir al Podcast