jueves, 24 de diciembre de 2015

VECINOS

Los vecinos se conocen por el nombre, pero también, y casi más, por el mote. A veces, el mote pertenece a la persona, pero otras, a toda la familia. Puede nacer de una anécdota, de un oficio, de un lugar, de una costumbre o de una característica física. Y como en todos los pueblos, en Moldones también ha habido personas lúcidas que bautizaban como nadie.


 Esta familia comparte el adjetivo rubio para identificarlos.


Los detalles de estas dos fotos son maravillosos: el fondo, el asiento, las ropas, el peinado, los zapatos... reflejo de una época, de unas vidas, de la vida.



martes, 24 de marzo de 2015

RECUERDOS

Los mejores recuerdos son de los momentos que pasamos riendo, bailando, compartiendo alegría. Y de éstos, hay muchos entre los moldoneses.




DE REGRESO

Aunque nos vayamos a vivir lejos del pueblo, al regresar con permiso se va a ver las tierras.




Asegurarse de que los fincones siguen derechos y por la linde.









O ver cómo va la uva, a ver para cuando será la vendimia.


























La matanza del cerdo o de otros animales es, también, casi un trabajo en el recuerdo.




















TRABAJOS EN LA NOSTALGIA

La vacada, el acarreo, la trilla.





ESCENAS EN LA NOSTALGIA...

... que reflejan la alegría, la unión, el trabajo, la colaboración, la vecindad, el compartir...




PADRES E HIJOS

Retrato de una familia de vecinos de nuestro pueblo. Los padres, serios pero cariñosos; los niños, cumplidores pero pícaros. Cada uno en su papel.


AMIGOS

Los amigos del pueblo acompañan siempre;

en momentos tranquilos,








en situaciones más serias 

o en la joldria.



TERRITORIO INFANTIL


Sin duda, los niños son los que más disfrutan del pueblo. De sus calles y culagas, con rincones para jugar, esconderse, imaginar...,  de los caminos por los que correr, andar en bici...









O de esos momentos solemnes e importantes que, si podemos, nos gusta celebrar en Moldones.

Moldones es tan pequeño...

... que no se ve en el mapa pero ...

Pero no es el caso. Moldones sí sale en el mapa.


En el mapa de la provincia de Zamora en la Plaza de España de Sevilla sí salimos.

LAS ROPAS

En ese aprendizaje que hacen los rapaces por imitación de los mayores, las ropas son fundamentales. Porque el hábito no hace al monje, pero lo distingue.

No importa la edad, cualquier momento es bueno si hay un alistano dentro.






En la foto siguiente, vestidas para la faena. No les falta ni un detalle.



Y después de la obligación, la devoción:










Por las arcas y baúles siempre hay algún atafal que ponerse para que salga el alistano que llevamos dentro.

MAYORES Y NIÑOS

En el pueblo todos hemos tenido maestros de la vida, y todos, en algún momento, lo seremos de otros más jóvenes.
Los maestros varían; dependen del barrio donde se viva, de la calle en la que esté el corral al que se va a diario, o el huerto, de la puerta a la que tu familia vaya al filandar... Pero hay una persona de la que hemos aprendido unas cuantas generaciones, vivamos en el barrio de arriba, en el de abajo o en el del medio.









Entre estas dos fotos habrán pasado un par de décadas y, sin embargo, el entusiasmo es el mismo.

NIÑOS Y MAYORES

En el pueblo, los niños participan de la vida de los mayores. Y los mayores comparten su día con los niños. De este modo, los rapaces aprenden todo lo importante, asistiendo a la mejor escuela del mundo con los mejores maestros.




Se aprende la postura para llevar un cántaro y la forma de vestir un manto.
Lo que es un rastrillo y lo que se pueda pescar de las conversaciones de los adultos, que son una mina para un rapaz.




 A manejar el manal



Y a obedecer, haciendo lo que mandan los mayores.

jueves, 12 de febrero de 2015

COMIDA DE FIESTA

La comida es importante en un día de fiesta. Y hace años las celebraciones se hacían en casa; como las bodas.

Los potes adecuados para el número de comensales.




MÚSICA

En el pueblo, no hay celebración que no se amenice con música de gaita. El sonido de la gaita y el tamboril nos hace mover los pies a todos los moldoneses. Mejor o peor, todos conocemos las canciones, los ritmos, los bailes.

Y Moldones es tierra de buenos gaiteros, antes y ahora.




miércoles, 11 de febrero de 2015

EL FÚTBOL

En este pueblo siempre ha gustado mucho el fútbol. Hay aficionados de todos los equipos, de eso dan fe las paredes del bar de Cecilio.

Pero lo que de verdad gusta en Moldones es practicarlo y, ahí, estamos todos unidos. Porque además, Moldones siempre ha tenido un buen equipo. Prueba de ello los trofeos que se exhiben en el bar.


Al menos una docena, mimetizados entre botellas, espumillones, adornos y tallas.







Todos apoyamos al equipo del pueblo por el que van pasando generaciones de buenos futbolistas. Deportistas que han sudado la camiseta animados por generaciones de seguidores.

A ver quien es capaz de cantar la alineación de cada temporada.



























UNA TARDE EN EL RÍO

Moldones es sus calles pero también el monte, las urrietas, los valles, carrascales, los caminos, praos, las fuentes, el río... Lugares trajinados por todos los vecinos lo mismo por obligación que por devoción.

En 1969. Una tarde en el río y, de paso, se lleva la cena a casa.

La parada para la merienda es imperdonable. Nada sabe mejor que un trozo de pan con tajada en medio de un camino. ¡Y un trago de buen vino!


MUJERES

Moldones es lo que son sus habitantes pero, sobre todo, lo que son sus mujeres. Sean madres, hermanas, abuelas, tías, amigas, vecinas... todas, a su manera, nos han acompañado y enseñado a vivir,