martes, 18 de noviembre de 2014

EL CALDO


Llamar a la comida, sea cual sea, el caldo es lo normal para uno de Moldones.

De pequeña en Sestao, un día le dije algo a mi madre del caldo delante de gente que no recuerdo quienes eran pero que, seguro, eran personas muy finas; al llegar a casa, me dijo que no volviera a llamar a la comida así delante de gente de fuera. Por supuesto, no entendí el porqué.

Con los años la comprendo. Nuestros padres querían que supiéramos más que ellos, que llegáramos más lejos que ellos; y para eso teníamos que hablar como los de la capital. Pero en mi casa, la comida siempre ha sido el caldo; y nada sabe mejor que un caldo de casa hecho por la madre o la abuela.
Y si está hecho en la cocina del pueblo, a la lumbre y en pote está todavía más rico.

Las fotos de esta entrada no necesitan ningún comentario, sólo mirarlas y dejar que evoquen momentos, recuerdos y sensaciones con cada detalle.


















Una de estas fotos lleva la fecha 14-4-1969

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